Peranzanes

Parece ser que Peranzanes podría considerarse como el pueblo de la “iglesias”, dado que arquitectónicamente destaca principalmente por la presencia de dos templos con gran tradición: Santuario de Nuestra Señora de Trascastro e Iglesia de Santa Euferia.

La Iglesia de Santa Euferia fue construida por los vecinos de Trascastro y Peranzanes en el siglo XVIII. El templo cuenta con dos puertas adinteladas, una de ellas aparece en el muro de la espadaña, con dos arbotantes a modo de escudo, y la otra puerta secundaria, orientada hacia el sur, y donde aparecen un pórtico engalanado con techo de madera y pizarra. Su interior no es muy espectacular pero a la par si interesante, apareciendo una gran cúpula semiesférica, que culmina con un altar que no conserva ningún tipo de retablo, pero si un importante mural pictórico en el muro que separa el altar de la sacristía.

De mayor importancia es el Santuario de Nuestra Señora de Trascastro, fue construido entre los siglos XVII y XVIII al representarse la virgen de forma icónica e inesperada en el campo de las Milandriegas. Como primer dato de interés del templo, cabe destacar la presencia de un muro que lo circunda, con dos puertas orientadas en direcciones opuestas, por las que el día 15 de agosto (Gran Romería al Santuario de Trascastro) entran los danzantes de Chano por una y los de Peranzanes por otra, a modo de confrontación dancística. Ya centrándonos en el edificio podemos destacar que cuenta con dos puertas adintelas, una en cada extremo, y una única nave dividida en dos por una verja, apareciendo a los lados numerosas vidrieras y el rosetón que le dan claridad al interior del recinto sagrado. En el núcleo del sagrado templo además de aparecer todos estos elementos arquitectónicos aparecen tres retablos, en el principal está la imagen de Nuestra Señora y tres grandes relieves que representan la circuncisión de Cristo, la adoración de los pastores y la Asunción de la Virgen. Los dos laterales contienen temas bíblicos. En la parte exterior del recinto hay un gran pórtico de madera sustentado sobre columnas de piedra.

Desde aquí parten innumerables rutas para conocer a fondo el espectacular Valle de Fornela.

El pueblo cuenta con un albergue y restaurante situado en un lugar privilegiado con un mirador excepcional.